Toque de atención para la Selección Española de Fútbol Sala Femenino en el Torneo de Fafe
Concluye la participación de nuestra selección de fútbol sala femenino en el Torneo cuadrangular de Fafe con un decepcionante bagaje: últimas clasificadas de las cuatro selecciones participantes, tres derrotas en tres partidos y solo tres goles marcados.
En un Torneo donde España, Portugal, Brasil y Japón disputaban un simulacro de Mundial de Fútbol Sala Femenino nuestro combinado ha dado una imagen que no se corresponde con las tres veces Campeonas de Europa.
En Fafe España ha sido reconocible. Modelo de juego donde predomina la defensa por encima del ataque. Intensidad y presión defensiva como seña de identidad. Acciones a balón parado como opción más importante de abrir marcadores. Y sencillez en el juego ofensivo donde predomina el juego a nuestras pívots con alternancia de juego más abierto buscando espacios. El modelo de España ha sido y es el mismo durante los años en los que hemos ganado Campeonatos masculinos, Europeos Femeninos y Torneos de Base.
Defensivamente hablando España ha estado a su nivel. Si vemos los partidos tal vez la ausencia de una cierre experimentada como Mayte Mateo se haya echado en falta sobretodo para pelear con pívots del calibre de Lucileia, Ana Eliza, Janice Santos o la despuntante Lidia Moreira. Quizás sea lo único achacable a una convocatoria en la que las lesiones de jugadoras importantes han condicionado la lista de Cláudia Pons.
Desde el punto de vista ofensivo no hemos visto nada que no hayamos vivido antes. Y cuando decimos antes nos referimos a épocas gloriosas en las que España fue perdiendo su sitio a nivel internacional en el fútbol sala masculino. España da prioridad al aspecto defensivo, eso es indudable. El ataque lo confía al juego con nuestras pívots, a rascar algo en las acciones a balón parado y a aprovechar los espacios que seamos capaces de generar con un juego más abierto.
Nuestras pívots Irene Córdoba y Laura Uña no han estado al nivel que nos tienen acostumbrados en la competición local. No sabemos si por cansancio o mérito de las defensas rivales pero apenas hemos creado peligro de cara a portería con el juego al pívot.
Cuando optábamos por un ataque más abierto ya partíamos con desventaja por la ausencia de jugadoras tan determinantes como Peque o la deseada Ana Luján. Donde hemos mantenido el nivel es en el buen gusto por las acciones a balón parado y por la variedad en el juego con portera jugadora dónde es cierto que no hemos visto goles pero si soltura y novedades a la hora de abordar esta disciplina del juego.
Todos los equipos evolucionan. Hace ya años avisamos de lo que nos había sucedido a nivel de selección en el sala masculino y de lo que nos podría pasar en el femenino o en las categorías inferiores si no poníamos la base para que no pasará. Somos Campeonas de Europa. Volveremos a serlo, seguro. Pero hay que ir pensando que las demás Selecciones evolucionan, mejoran y en ocasiones nos superarán. La distancia se acorta y el toque de atención que nos llevamos en Fafe nos debe servir para ser realistas y ver que cada vez va ser más complicado ganar.
José Antonio Valle
Fotos: RFEF
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